Bolas y pelotas de Golf

Sobre pelotas...

La pelota en el deporte del golf tiene sus orígenes escritos en Jaime I de Inglaterra concediendo a James Melville la fabricación de las pelotas de golf y pasando a la historia las bolas de madera.

Bola de golf de cuero

Bola de golf de madera

Lo que se ha podido recuperar de éste período corresponde a bolas o pelotas que se empleaban para jugar al golf y su composición se caracteriza por una madera dura.
El paso siguiente en la evolución de las pelotas lo tenemos con las pelotas de cuero, como podemos apreciar en la imagen. Analizando su composición hemos llegado a a la conclusión que pertenecían a caballo o a toro.

Este artesano hacía bolas de cuero rellenas de plumas. La piel era de caballo o toro para conseguir presionar las plumas que se introducían a mano.

El siguiente hito histórico lo encontramos con Mr. Patterson con la bola de gutapercha. La metía en agua hirviendo, la daba forma y la dejaba enfriar para endurecerla. Se fabrican con molde y el cosido pasará al recuerdo. Consiguieron que se redujeran costes. Estas bolas con marcas volaban más lejos y por ello empezaron a hacerse unas incisiones a mano hasta que los moldes de cobre se modificaron para que salieran con marcas.

En 1902 Coburn Haskell inventará las bolas rellenas de goma. Se rellenaba la bola con tiras de goma alrededor de un centro sólido.

William Taylor en 1908 puso hoyos en la superficie de la bola.

Hoy en día tenemos tres tipos de bolas en el mercado:

• De una pieza, son para el campo de prácticas. Duran más tiempo. Es una pieza de surlyn sólido con impresiones de hoyuelos.
• Dos piezas, vuelan más bajo, llegan más lejos y ruedan más. Con cubierta de Surlyn y centro de resina.
• Tres piezas, con efecto hacia atrás y vuela más alto. La cubierta es blanda de balata (sustancia que se extrae de un árbol tropical) o de un material sintético, el centro es líquido e hilo enroscado.

Condiciones obligatorias hoy en día: la bola no puede superar los 45,93 gramos, el diámetro no puede ser menor de 42,67 mm. Debe ser esféricamente simétrica. Su velocidad no debe superar los 76,2 metros por segundo.